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La obra de Billy Hare constituye una de las más importantes de la fotografía peruana contemporánea. Sus imágenes abordan, en su mayoría, la diversidad y riqueza del paisaje peruano presentes especialmente en el desierto costeño, como el caso de Huacas de Lambayeque (1981 – 1988), Nazca, la noche (2014), el libro Algo Ahí (2016) o su más reciente producción ARBÓREAS (2018).
La muestra, conformada por siete fotografías de mediano y gran formato, continúa su búsqueda acerca de los límites del medio. Pero esta vez, se aleja de la repetición y el tiempo –presentes en su popular serie Variables continuas (2011)– para hacer énfasis en la misma materialidad del objeto fotografiado.
De esta manera, Hare nos proporciona una variedad de imágenes B/N en las que las texturas, las líneas y las sombras conducen a diversas interpretaciones según el ojo de quien las observe. Y es que, ante todo, ARBÓREAS lleva a cuestionar no solo aquello que se observa sino, también, nuestra manera de observar, la cual determina nuestro vínculo con eso otro. Se trata, sin duda, de una propuesta visual que nos extiende una invitación a dejar el tiempo a un lado para entregarse a la contemplación.
La obra de Billy Hare constituye una de las más importantes de la fotografía peruana contemporánea. Sus imágenes abordan, en su mayoría, la diversidad y riqueza del paisaje peruano presentes especialmente en el desierto costeño, como el caso de Huacas de Lambayeque (1981 – 1988), Nazca, la noche (2014), el libro Algo Ahí (2016) o su más reciente producción ARBÓREAS (2018).
La muestra, conformada por siete fotografías de mediano y gran formato, continúa su búsqueda acerca de los límites del medio. Pero esta vez, se aleja de la repetición y el tiempo –presentes en su popular serie Variables continuas (2011)– para hacer énfasis en la misma materialidad del objeto fotografiado.
De esta manera, Hare nos proporciona una variedad de imágenes B/N en las que las texturas, las líneas y las sombras conducen a diversas interpretaciones según el ojo de quien las observe. Y es que, ante todo, ARBÓREAS lleva a cuestionar no solo aquello que se observa sino, también, nuestra manera de observar, la cual determina nuestro vínculo con eso otro. Se trata, sin duda, de una propuesta visual que nos extiende una invitación a dejar el tiempo a un lado para entregarse a la contemplación.